La expresión de sus huéspedes cuando entran en la sala del desayuno ante esta maravilla de la naturaleza, será una sorpresa, como la sensación que deriva cuando lo prueban.
Cada uno puede decidir si probar la experiencia de coger una tacita de miel “fresquísimo” o mejor saborear directamente un trozo del panel de miel en el plato.
Un pequeño manual está siempre a disposición del cliente al lado del display y explica y da informaciones sobre el modo de consumir el producto.
El panel entero se apoya en el display, bloqueándose en el recuadro de madera, garantizando de esta forma la estabilidad y la operaciones de degustación por parte de los clientes.
El display en acero inoxidable es muy fácil de limpiar en el fregadero o en el lavavajillas.
Para recoger el display después de su uso diario, les entregamos un recipiente en plástico donde se puede poner para evitar que se manche o que el producto toque los ambientes externos.